Detrás de cada usuario de Transmetro existe una historia de dificultades en la movilidad de los barranquilleros y soledeños. 

En el estado de los buses y las mismas estaciones, se ve la decadencia del sistema que inició operaciones en julio de 2010 con 300 buses administrados por los operadores Sistur y Metrocaribe.

Tras la pandemia, la flota se redujo a 204 buses, pero este viernes, solo operaron 143.

En medio de esta crisis, en la que Transmetro emite un comunicado haciendo un llamado a los concesionarios Sistur y Metrocaribe “para que cumplan con sus compromisos legales", justamente los operadores muestran las cifras que revelan una crisis financiera “insostenible”.

La crisis es tal que entre los operadores se tiene la certeza de que este año terminará “tal cual” como viene y que mejor esperan gestiones del nuevo Alcalde y un acercamiento con quien sea designado el nuevo gerente.

Usuarios, los damnificados de la crisis

Al final, quienes más sufren son los usuarios del sistema. Quienes van al trabajo o regresan a sus hogares tras una extenuante jornada laboral, los estudiantes universitarios o quienes salen de sus casas a hacer diligencias personales.

Zona Cero fue testigo en la mañana de este viernes del padecimiento de un grupo de vigilantes que retornaba a casa después de un turno nocturno.

Uno de ellos, Óscar Gamarra, repitió tres veces la palabra “malo” para referirse a la calidad del servicio de Transmetro.

Eran las 8:40 de la mañana y después de terminar su jornada laboral en un edificio del norte de Barranquilla regresaba a casa. Ya llevaba más de una hora esperando el bus de su ruta en la Estación Joe Arroyo. Finalmente desistió y optó por tomar un bus del servicio urbano.

Ya a esa hora, el sol impactaba fuertemente. “Salgo trasnochado y todavía estoy aquí dando vuelta”, contó antes de comenzar a caminar hasta la carrera 44 para tomar un bus urbano.

Tras él, Mauricio Vides, un joven que apenas vio los micrófonos de Zona Cero se acercó para dar su opinión sobre Transmetro: "Este sistema está totalmente colapsado, no sirve, no funciona y deteriora la calidad de vida de los barranquilleros y soledeños”. 

Reconoció que tocó subirse al primer bus que había de Transmetro en el Portal de Soledad. “Nos subimos a la fuerza".

Con él llegaba Marco Durán y reconoce  que en promedio en ir y regresar al trabajo invierte en promedio cinco horas al día. Admite que lo que hizo con otros usuarios “tomarse” un bus de Transmetro no es lo ideal. “Obligamos al chofer a que nos trajera porque la situación lo ameritaba”. Era la ruta R-10, la misma que ayer fue suspendida.

Considera “un reto diario” tomar un bus de Transmetro. “Llegas golpeados a la casa, pisa’o, tarde”.

Nelvis Rangel, una mujer embarazada, narró lo que padeció para poder llegar a la Estación Joe Arroyo.

“Fatal, los buses dañados, calor, eso no sirve, demasiada gente”.

En general, los usuarios conminan a la gerencia de Transmetro “a ponerse las manos en el corazón y mejorar el sistema de transporte masivo”.